10 mitos falsos de la psicología
Hay una serie de mitos falsos sobre la psicología que corren entre las personas. Por ejemplo, «El TDAH no existe» o «Sólo utilizamos un 10% del cerebro». Algunos están tan arraigados que parece un sacrilegio negarlos. Otros refuerzan estereotipos. En este artículo repasamos 10 mitos falsos de la psicología y explicamos por qué no tienen fundamento.
1. «Quién se quiere suicidar no avisa; lo hace y punto»
Quien se quiere suicidar siempre avisa. Con más o menos sutileza. Puede ser para provocar que intenten impedirlo, o para hacer notar lo mal que lo está pasando. Incluso a veces es un aviso muy explícito al que no se le da importancia (como cuando una persona lo verbaliza claramente). Esto no quita que algunas personas sin intención de suicidarse lo usen como amenaza para conseguir algo.
Muchas personas que han visto suicidarse un familiar o alguien muy cercano han dicho «Me avisó y no lo supe ver«. El suicidio es una de las primeras causas de muerte, sobre todo entre los jóvenes, y conviene prestarle siempre la importancia que se merece.
Una amenaza de suicidio se debe poner SIEMPRE en conocimiento de un profesional de la salud. Incluso cuando pensamos que no es seria.
2. «Los adultos ya no pueden cambiar»
Este es uno de los mitos falsos que explican por qué se relaciona el aprendizaje y la formación con la juventud. En realidad siempre se puede cambiar y siempre se puede aprender, incluso pocos minutos antes de morir.
Las teorías de la personalidad no se ponen de acuerdo en si esta es estable o es variable. Los que dicen que es estable defienden que se forma durante los primeros años de vida y se mantiene invariable, independientemente de las situaciones. Los que creen que es variable defienden que evoluciona a lo largo del tiempo.
Pero no sólo se mantiene la capacidad de aprender, sino también la capacidad de adaptarse a unas circunstancias cambiantes. Igualmente las experiencias vitales que vive una persona la hacen verse de manera diferente a ella misma ya su entorno. Los seres humanos no somos como el cemento, donde sólo queda una huella cuando aún no se ha secado.
3. «Los hombres no pueden hacer dos cosas a la vez»
La capacidad de hacer dos cosas a la vez se llama atención dividida. Depende de que la suma de las dos actividades no desborde los recursos del cerebro, y es más eficaz cuanto más automatizadas están estas dos tareas. No depende del género. Que los hombres (como las mujeres) pueden hacer dos cosas a la vez ya lo demuestran muy pequeños, en la escuela, cuando hacen un dictado: escuchan y escriben vez. Y de adultos, cuando conducen mientras hablan con otros ocupantes del coche.
4. «El TDAH no existe»
Otro de los mitos falsos más extendidos. Se suele acompañar con «es un invento de las farmacéuticas para vender medicamentos» o con «se patologizan los niños por ser movidos«. Es cierto que las farmacéuticas quieren vender medicamentos. Es su negocio. También las petroleras quieren vender gasolina, y no por ello las acusamos de inventarse que el coche necesita combustible para correr.
El TDAH tiene un conjunto de síntomas que se desmarcan claramente de la conducta movida de un niño. Síntomas que crean un malestar al paciente -y a su entorno- y un deterioro de las actividades escolares, laborales, sociales y familiares. ¿Vale la pena ayudar a estas personas a aliviar el malestar y mejorar la calidad de vida, o les diremos que se aguanten porque «su trastorno es una invención«?
5. «Las mujeres son más inteligentes que los hombres»
La inteligencia es algo muy difícil de medir. Incluso es difícil de definir. El modelo más utilizado para medirla es el del cociente intelectual. El cociente intelectual tiene en cuenta dos inteligencias: una verbal y una perceptivo-manipulativa. Su media en los hombres es 100. Y en las mujeres, también es 100.
Por lo tanto, la inteligencia es la misma en ambos géneros. Lo que sí que aporta la ciencia es la hipótesis de la variabilidad: las mujeres están más agrupadas alrededor de la media, mientras los hombres están estadísticamente más dispersos. Es decir, hay más hombres con una inteligencia baja (subdotados) que mujeres, y también hay más hombres con una inteligencia alta (superdotados) que mujeres. Pero las medias son iguales.
Existen diferencias en aptitudes específicas: los hombres serían superiores en habilidades matemáticas y en capacidad viso-espacial. Las mujeres superan a los hombres en fluidez verbal y en tareas de precisión manual. Pero el género explica un porcentaje minúsculo de estas diferencias. Además, se están reduciendo cada vez más gracias a la educación mixta.
6. «Las mujeres no saben conducir»
En Psicología, como en otras ciencias, trabajamos mucho con el concepto de operativización. Operativizar significa que cuando haces una comparación debes definir claramente qué y cómo has medido. Es muy útil para desmentir mitos falsos. Por lo tanto, al decir que «las mujeres no saben conducir» hay que preguntarse qué significa «no saber conducir» y como mediremos quien conduce mejor. ¿Por el número de carnés de conducir atribuidos a cada género? ¿Por los porcentajes hombre/mujer a la siniestralidad?
Datos del 2015 (RACC): El 41% de los conductores son mujeres, mientras el 59% son hombres. La diferencia tiende a acortarse. En siniestralidad mueren claramente más hombres que mujeres. Y las mujeres mueren más cuando van de copiloto que de conductoras. Pero también es cierto que los hombres hacen más kilómetros que las mujeres. Los datos también indican que las mujeres están más sensibilizadas ante el cumplimiento de la normativa de tráfico.
7. «Los sueños son avisos de acontecimientos futuros»
Uno de los mitos falsos que vemos en el cine. Una paciente me dijo «He soñado que mi hermana moría de un accidente de tráfico. ¿Como la puedo avisar sin que se asuste?» No la puedes avisar sin asustarla, y avisarla tampoco servirá para nada. Por lo tanto, no la avises. No hay ninguna relación entre un sueño y un evento futuro.
Los sueños son el trabajo que hace el cerebro para incorporar las experiencias en la memoria, haciéndolas encajar con lo que ya tenemos previamente. En un sueño se mezclan aspectos de 3 fuentes: el presente, el pasado reciente y el pasado remoto. Pero no del futuro. Porque no se puede recordar -ni ver- algo que todavía no ha pasado.
8. «Un amigo es el mejor psicólogo»
Un amigo es un amigo. Y es cierto que un amigo puede hacer cosas con una persona que un psicólogo no puede hacer. Podemos tener un amigo al lado que nos escuche durante un mal -o un bon- momento, y que nos aconseje según su experiencia y su visión de las cosas. A veces puede aconsejar según el sentido común, y eso sí que es para cogerlo con pinzas…
En cambio el trabajo que hace un psicólogo con un «paciente» es más técnico: escucha de manera profesional (no es fácil), está atento a lo que dice, a cómo lo dice, a qué no dice, a si lo que dice se relaciona con lo que decía un rato antes, y los pensamientos que hay detrás de lo que dice. Entonces coge esta nube y la ordena para modificarla hasta llegar a donde se quiere llegar. He simplificado mucho una cosa, en realidad, bastante más compleja -psicólogos, disculpadme! -. En resumen, un amigo y un psicólogo pueden ser ambos útiles, pero hacen cosas diferentes.
9. «Nada es imposible si le pones ganas»
Otro de los grandes mitos falsos de la psicología: la validación del pensamiento mágico. Se conoce como la Ley de l’atracción. Pero la realidad es diferente: sí que hay cosas imposibles, otras poco probables, otras seguras y otras inevitables. La fuerza de voluntad nos puede ayudar a conseguir cosas para las que se necesita compromiso y persistencia. Pero otras como ganar un premio de lotería, curarse de un cáncer o casarse con Brad Pitt o con Kim Kardashian no dependen sólo de la voluntad.
10. El más extendido de los mitos falsos: «Sólo usamos un 10% del cerebro»
Uno de los principios de la Teoría de la Evolución (Darwin, 1859) dice que las funciones o partes del cuerpo que ayudan a un ser vivo a llegar a la edad en que se reproduce tienden a mantenerse, mientras que las que no permiten (o no facilitan) reproducirse, van desapareciendo. Por eso los humanos no tenemos cola: no nos servía para nada. O por eso tenemos problemas con las muelas del juicio: eran muy útiles a nuestros antepasados, que comían la carne cruda, pero a nosotros no nos ayudan en nada. Por eso la mandíbula se está reduciendo, y las muelas del juicio no tienen cabida.
Porque mantener cada parte del cuerpo tiene costes: se debe irrigar, se debe oxigenar, se debe limpiar, se debe alimentar, se debe proteger, se debe mantener … tener un órgano tan exigente como el cerebro para usar sólo el 10% sería un gasto innecesario. El cerebro lo usamos el 100%.
¿Conoces otros mitos falsos de la psicologia? ¡Explícalo con un comentario! ¡Muchas gracias por leer y compartir el artículo con tus contactos!
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