Saltear al contenido principal

Las armas en Estados Unidos

La última tragedia que han provocado las armas en Estados Unidos ha reabierto el debate sobre si éstas han de ser accesibles a todo el mundo, debe restringirse su uso o, directamente, tienen que prohibirse. Este debate se reabre cada vez que se produce un hecho similar aunque, en cierto modo, ha permanecido abierto desde que el ex-Presidente Barack Obama puso sobre la mesa la posibilidad de cambiar este marco legal. Pero el origen de la cuestión es extremadamente profundo; tanto, que tenemos que remontarnos a la Constitución de los Estados Unidos.

Las armas en Estados Unidos - Psicología Flexible
Dave Varabioff – Pixabay

La cuestión de las armas en Estados Unidos se remonta al año 1776

La Declaración de Independencia de los Estados Unidos se aprobó y leyó públicamente el 4 de Julio de 1776 en Philadephia. El texto entero de la Declaración lo podéis encontrar, traducido al castellano, en este enlace. Bien al comienzo aparece un fragmento que explica el problema actual:

«Sostenemos como evidentes estas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la Vida, la Libertad y la búsqueda de la Felicidad; que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se haga destructora de estos principios, el pueblo tiene el derecho a reformarla o abolirla e instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios, y a organizar sus poderes en la forma que a su juicio ofrecerá las mayores probabilidades de alcanzar su Seguridad y Felicidad.»

Es fundamental entender que, como se desprende es esta Declaración, los derechos civiles (Civil Rights) son inherentes a las personas. A diferencia de algunas constituciones, como la española, según la cual las personas necesitan que algun poder les conceda estos derechos, en Estados Unidos los derechos no pueden ser concedidos a las personas porque ya les pertenecen de forma natural. Es decir, los Estados Unidos se fundaron a partir de los derechos individuales de la vida, la libertad y la felicidad.

El mismo párrafo citado dice que si un gobierno pone límites a cualquiera de estos derechos, podrá ser abolido y sustituído por otro gobierno. Este aspecto sirve para entender la Constitución de los Estados Unidos, que entró en vigor 13 años después (en 1789) y que ha recibido 27 enmiendas desde entonces. Las primeras 10 de estas enmiendas se aprobaron, de golpe, en Diciembre de 1791 bajo el nombre de Declaración de Derechos (Bill of Rights). El papel de esta Declaración es impedir que el Congreso, con sus leyes, pueda recortar libertades fundamentales como la de expresión, la de prensa, la de la reunión, la de culto religioso, etc… y la de llevar armas. Concretamente el derecho a llevar armas está blindado por la Segunda Enmienda, con el siguiente redactado:

Artículo Cuarto: Siendo necesaria una milicia bien regulada para la seguridad de un Estado libre, el derecho de las personas a poseer y llevar armas no podrá ser infringido.

Por tanto se parte de la base de que el derecho a la propia seguridad es natural del ser humano y que, por eso, no puede ser recortado por ninguna norma.

La utilidad de proteger el derecho a llevar armas en Estados Unidos se vió muy clara en los siglos XVIII y XIX. Las distancias entre los pueblos eran muy grandes y la población se movía a caballo. Por tanto a menudo era necesario recorrer el territorio durante días para ir de un pueblo a otro. Cuando se cometía un delito teóricamente se debía llamar al sheriff (el responsable de garantizar la seguridad ciudadana), pero este podía estar a días de distancia. Y muchas personas decidían utilizar su arma para defenderse porque no tenían tiempo para esperar la llegada de la autoridad.

Una Constitución con contradicciones

La misma Constitución que garantiza el derecho a la vida e impide que las personas puedan ser sometidas a castigos crueles inusuales (Octava enmienda) sirve de base, curiosamente, para permitir que cada uno de los 50 estados que forman la Federación pueda regular la aplicación de la pena de muerte a personas que han cometido delitos graves. Es una de las contradicciones a las que deben hacer frente.

Cómo se podría cambiar la posesión de armas en Estados Unidos

Regular el derecho a tener armas en Estados Unidos es complejo, y varios factores juegan un papel importante:

La policia de Estados Unidos tras un tiroteo masivo - Psicología Flexible
F. Muhammad – Pixabay
  • La protección de los derechos que ya hemos comentado. El derecho a poseer armas está blindado por leyes que superan, en rango, a las que pueda aprobar el Congreso. Mientras no se cambie la Constitución no se podrá recortar este derecho. Además la enmienda que lo protege no distingue entre el uso fraudulento de un arma y el uso que podría hacer una persona en legítima defensa; cualquier cambio en la ley afectaría a ambos supuestos.
  • Los lobbies tienen un peso muy importante a la hora de determinar iniciativas legales. Los defensores más conocidos del derecho a tener armas en Estados Unidos son la Asociación Nacional del Rifle, que financia las campañas electorales a cambio de que no se cuestione este derecho -aunque Barack Obama introdujo, tímidamente, que debería regularse la manera de acceder a las armas.
  • El miedo a ser disparado. Cada vez que hay una matanza por arma de fuego en Estados Unidos, las asociaciones que reclaman un control de las armas –también las hay– piensan que es un buen momento para cuestionar esta libertad. Pero precisamente podría ser un mal momento para hacerlo, porque es cuando hay más miedo a ser víctima de un tiroteo. Por ejemplo, el actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, propone que en las escuelas haya una pistola en cada aula, en manos de la maestra. Por qué? Porque está convencido de que si la maestra que estaba a cargo del aula donde murieron 18 niños (de un total de 27 personas) en Newtown en el año 2012 hubiera tenido un arma, habría podido disparar contra el agresor y evitado las muertes de los niños.

El debate sobre las armas en Estados Unidos sigue vivo. El que la tragedia de Orlando tenga vínculos con el terrorismo jihadista podría servir para justificar, todavía más, el derecho de las personas a ir armadas para protegerse de las otras armas.

Esta entrada tiene 0 comentarios

Comenta...

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Volver arriba