Balance psicológico del 2016

El año 2016 está a punto de terminar. Hay un tópico que dice que «este año han pasado muchas cosas», pero en esta ocasión es más que un tópico: 2016 ha cambiado la manera en que vemos el mundo. En este artículo hablamos de cómo nos han afectado y cómo nos afectarán en el futuro algunas de las cosas que han pasado en el año que ahora termina.

Resultados inesperados

La democracia nos ha dado 3 sorpresas, a nivel mundial, en 2016. Hasta el punto de que algunos líderes políticos han cuestionado si vale la pena seguir haciendo referendums. Sin duda, vale la pena. Es perverso -y poco democrático- impedir un referéndum por miedo a que salga un resultado indeseado. Si un pueblo es lo bastante adulto para pagar impuestos, también lo es para decidir, colectivamente, los grandes temas que le afectan.

El 23 de Junio se celebró el referendum del Brexit en el Reino Unido. Estaba en juego la permanencia o la salida de este país de la Unión Europea. Y contra las encuestas, el Reino Unido decidió salir de la UE. Hubo protestas por el resultado ajustado (52% por salir y 48% por quedarse). Incluso hubo demandas de repetir el referendum -con lo que me viene una pregunta: ¿cambiarías el sentido del voto en función del resultado? -.

El 2 de Octubre se hizo el referendum por la paz en Colombia. Se votaba el acuerdo de paz que ponía fin a la guerra entre gobierno, paramilitares, y guerrilla de las FARC. Las encuestas aseguraban que el sí se impondría. Pero al final ganó el no por un 50,2% de votos, frente al 49,8% del sí. El acuerdo de paz se tuvo que renegociar y, la segunda vez, no se sometió a referendum. Por si acaso.

Y el 8 de Noviembre tuvieron lugar las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Hillary Clinton estaba convencida de que ganaría. Y las encuestas pronosticaban lo mismo. Parecía que Donald Trump no debía tener opciones. Pero al final ganó Trump. Y podría ser, precisamente, porque era un no político que fomentó la desconfianza hacia la política.

¿Qué tienen en común estos 3 casos? Que el resultado ha sido el contrario de lo que quería el poder establecido y que las encuestas no fueron capaces de predecirlo. Quizás las encuestas pretendían orientar más que reflejar el voto. O quizás no consideraron con suficiente fiabilidad el voto oculto (la tendencia de parte del electorado a mentir). Para los que trabajamos a diario con la estadística es, cuando menos, preocupante.

La amenaza yihadista

Este 2016 ha habido atentados yihadistas en Francia, Bélgica, Alemania, Holanda, Estados Unidos, Turquía, Túnez, Siria, Irak, Indonesia, y varios países más. Se han detenido personas en muchos otros lugares -también en nuestro país-. Se ha incrementado la sensación de vulnerabilidad. Y ha sido utilizado por los gobiernos para aumentar la vigilancia en nombre de la seguridad. Y de manera no demasiado eficaz.

Se ha criticado que la respuesta social es diferente cuando el atentado se produce en Europa o fuera. Que cuando tiene lugar en Europa la reacción de solidaridad es más intensa. Es que en las ciudades europeas tenemos vecinos, amigos y familiares. Por eso nos preocupamos más cuando la afectada es París, Bruselas o Berlín. No tiene sentido criticar la «falta de sensibilidad» cuando las víctimas son en Siria. El problema, en este caso, no es la poca sensibilización.

2016 y la posverdad

«Posverdad» ha sido elegida por el Diccionario Oxford de la lengua inglesa como la palabra del año 2016. La posverdad es la situación en la que se crea opinión pública basándose en el recurso a las creencias personales y en las emociones y no en los hechos objetivos. Con otras palabras: para que una noticia tenga influencia en nosotros no es necesario que sea verdad. Basta con que aparente ser verdad y nos provoque alguna reacción.

Un ejemplo: «La quimioterapia mata más que el cáncer«. Se alinea con la creencia de que el objetivo de las farmacéuticas de hacer dinero está fuera de toda ética. Se combina con el hecho -mal interpretado- de que algunas personas mueren incluso habiéndose tratado con quimioterapia. Y se describe en forma de historia personal, dramatizada y utilizando palabras como «horroroso», «terrible» o «te podría pasar a ti». Entonces se da por válida y se viraliza. Aunque los datos demuestren que la supervivencia al cáncer aumenta cada año.

Precisamente se sospecha que Donald Trump podría haber recurrido a la posverdad para ganar las elecciones. Lo cual nos deja un escenario en que tendremos que aprender a filtrar las noticias para saber si son ciertas o falsas. Tenemos tendencia a aceptar (y compartir) noticias que confirman nuestras creencias y rechazar las que se oponen. Por lo tanto la solución está en ser crítico. Y en dudar.

Y con esta incertidumbre entramos en el año nuevo. Muchas gracias por el apoyo recibido a lo largo de 2016, y espero seguir contando con vuestra confianza durante 2017. Seguiré publicando un artículo cada semana, y creando nuevos productos y servicios para tod@s vosotr@s.

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