Ante la alarma social por el consumo de pornografía por parte de adolescentes y por cómo eso puede estar afectando a su visión de la sexualidad, hay quien plantea prohibir el porno. Pero esta es una medida muy drástica, innecesaria, y que si se aplicara dificultaría, precisamente, una de las actividades que deben acompañar a la sexualidad: la reflexión.
La falsa apariencia en las redes sociales
Las redes sociales se han hecho un lugar en nuestra vida en poco más de 10 años. Nos permiten estar en contacto con otras personas y compartir nuestros gustos y nuestras actividades. Pero cuando llevamos un tiempo utilizándolas descubrimos que podemos ofrecer la imagen deseada para cubrir carencias personales o para competir con otros usuarios. ¿Qué hay detrás de la falsa apariencia en las redes sociales?

El fenómeno de las redes sociales
Las redes sociales son un fenómeno relativamente reciente. Aparecieron tras la normalización del internet de alta velocidad y a muy bajo coste. De hecho, era necesario: para enviar imágenes o vídeos era necesaria esta alta velocidad, y para dedicarles una gran cantidad de tiempo su coste no podía ser elevado.
Según datos del año 2018 las redes sociales más utilizadas a nivel mundial son (Fuente):
- Facebook (2.130 millones de usuarios activos al mes)
- Youtube (1.500 millones de usuarios activos al mes)
- Instagram (800 millones de usuarios activos al mes)
- Linkedin (530 millones de usuarios activos al mes)
- Google+ (395 millones de usuarios activos al mes)
- Snapchat (356 millones de usuarios activos al mes)
- Twitter (330 millones de usuarios activos al mes)
El objetivo de sus creadores es muy claro: hacer dinero. Y es importante tenerlo en cuenta, porque la estrategia que siguen es la publicidad contextual. A partir de los datos que los usuarios les cedemos, venden publicidad que puede llegar a un público muy concreto: el que más probablemente mostrará interés.
Por ejemplo, un vendedor de merchandising de Harry Potter puede hacer publicidad por televisión para llegar a todo el público. O puede hacerlo en Facebook dirigiéndose a usuarios de entre 18 y 25 años que han dicho que les gusta Harry Potter. Incluso puede precisar el sexo, el país, el idioma o el poder adquisitivo de los usuarios a los que se quiere dirigir. Así es más probable que este «público diana» esté más interesado en su producto que las personas de más de 65 años que no saben quién es Harry Potter.
Así a las redes sociales les interesa tener cuantos más usuarios mejor. Porque cada nuevo usuario aporta datos que la red puede vender a los anunciantes. También quieren que el usuario pase mucho tiempo: cuanto más tiempo pasa, más anuncios ve. Por eso la red social insiste tanto en que publiquemos y compartamos. Sobre todo cuando es para compartir cosas que provocarán más comparticiones (es decir, que se harán virales).
Este vídeo lo explica muy bien:
Por qué usamos las redes sociales para aparentar
Las redes sociales tienen una característica clave que nos permite utilizarlas para aparentar: El receptor de nuestro mensaje no está con nosotros cuando lo publicamos. Por lo tanto no puede comprobar si lo que decimos es auténtico o no. Podemos construir la imagen que queremos que tenga de nosotros y proyectársela. Así damos salida al ideal que tenemos de nosotros mismos y lo ponemos como una realidad.
Con el tiempo vamos aprendiendo qué publicaciones tienen más éxito y cuáles menos. Y seleccionamos qué decimos y cómo lo decimos para tener más interacción. Vemos que los mensajes alegres y positivos de los demás generan más «Me gusta» y se comparten más, y queremos competir con estas personas. Lo que publican los otros nos parece envidiable, porque muestra la vida que nosotros quisiéramos tener. Entonces nos sentimos fracasados y pensamos que proyectar una imagen de éxito será la solución.
Queremos que la gente nos admire porque hemos corrido 10 kilómetros. Nos ponemos unas deportivas y nos hacemos una foto. Y la gente nos admira. Ya podemos quitarnos las deportivas. ¿Para qué salir a correr si ya tenemos la admiración que queríamos?
Además podemos utilizar las redes sociales como escudo. Nuestros seguidores no verán las «partes negativas» de nosotros si no se las mostramos. Nos podemos hacer 20 fotos en un día, seleccionar la mejor y utilizarla como si fuera representativa de nosotros (de ahí el peligro de decidir si quieres conocer a una persona a partir de una foto). En resumen, las redes sociales nos permiten controlar con gran precisión la imagen que ofrecemos a los demás. ¡Qué gran oportunidad de mostrar nuestro yo ideal!
Qué riesgos tiene la falsa apariencia en las redes

¿Alguna vez te has preguntado qué beneficio aportan los «Me gusta» y las comparticiones? Es decir, si haces una publicación y tiene mucho éxito, en qué se traduce? ¿Qué ganas? Las falsas apariencias en las redes sociales tienen este objetivo: sumar indicadores de vanidad. Datos que, una vez se han contado, no sirven para nada. Y la sensación de relevancia que producen («ahora he conseguido que 30 personas se fijen en mí«) también es falsa, porque las personas que te la han dado, también la pueden haber dado a otros usuarios.
Pero ¿qué ocurre después? Que cuando no tenemos relevancia nos sentimos invisibles. Poco a poco entramos en un círculo vicioso: Intentamos compensar la sensación de irrelevancia con una publicación que genere interés. Esto nos da una satisfacción de corta duración, porque pronto nuestro mensaje queda sepultado por muchos otros del resto de usuarios. Y hemos de crear otra. Desarrollamos una dependencia de la admiración de los demás. La reacción positiva de la gente se convierte en una adicción.
Y nos autoengañamos. Porque si el tiempo que dedicamos a aparentar la vida que querríamos a través de la red social, lo dedicáramos a construirnos esta vida, ya no sería necesario aparentar. Y no dependeríamos tanto de la admiración y la aprobación de los demás. Publicaríamos más para compartir, informar y entretener, y no tanto para quedar bien.
Evidentemente todo el mundo puede compartir lo que quiera. Y juzgar a una persona por lo que publica en las redes sociales tampoco soluciona nada a nadie. Pero la táctica de aparentar podría ser la causa de un malestar que me contaba hace poco un gran amigo mío, también psicólogo: «Ahora que tenemos más formas de estar en contacto con los demás es cuando nos sentimos más solos» .
¿Te ha gustado este artículo? Espero tu comentario (positivo o negativo). Y si crees que puede interesar a alguien que conoces, compártelo!
Un Buen artículo. Gracias!!. Me hizo reflexionar acerca de mi uso en esta plataforma. Yo tengo una cuenta en esta red social, tengo varios contactos, Pero la mayor parte del tiempo allí me siento muy excluida. Tengo 25 años. Cada vez que accedo y miro diversos contenidos me siento con baja autoestima. Miro chicas mujeres muy lindas. Cada segundo de sus vidas de lo que suben parece Lo mejor. Cafés, estética. Moda. Maquillajes. Gimnasios. Hasta algunas visitando zoológicos. Acuarios. Me da pena los animales ahí. Mientras yo acá parezco tener una mirada apagada. Cansada. A veces triste. Ellas desayunando ricas cosas que se ven, y yo apenas con galletitas con crema. Aparte desde Mi Alma siento mucho estrés por dar una imagen idílica de mi misma que no es. . Me desconecto de ahí y por momentos siento Mi Mente en paz. Mis Ojos se relajan. Y puedo invertir más tiempo en lo que Realmente me gusta hacer: Flores de tela manualidades. Leer sea en la web o no sobre Historia y cultura de China. Bailar danzas tradicionales de este país. Escuchar música. Escribir poemas. Poesías. Contemplar una Flor. La Naturaleza. Saludos desde Argentina.
Hola Martina, gracias por tu comentario. Es cierto que la presión por parecer felices puede convertirse en un problema, que la apariencia en realidad no soluciona. Por eso desconectar es una buena idea, haciendo las cosas que mencionas. Espero que estos momentos de paz que encuentras te ayuden a sentirte mejor contigo misma!
Exacto. Yo viví en mi misma la creación de un perfil exitoso que tenía que alimentar. Me convertí en una esclava mientras ignoraba a mi familia. Por suerte reaccione y ya soy más libre. Las redes sociales son muy peligrosas en este sentido. Te fagocitan
Hola Sonia, gracias por tu comentario. Me alegro de que pudieras recuperar tu autonomía al margen de las redes sociales. A menudo dejan de ser una herramienta para nuestra comunicación para pasar a ser nosotros su herramienta.
Es tan cierto. Soy divorciado con custodia compartida aunque la realidad es 99% yo y apenas el 1% está con ella. (Escasamente 15-20 minutos cada viernes). Ahora bien el punto es que mi hijo me ha manifestado su incomodidad cada vez que su mamá le llama, cito: “siempre que me llama o es para una foto o vídeo o me fuerza hablar con personas que no quiero hablar”. El ha optado por no contestarle llamadas o mensajes. Esto ya ha sido así desde hace casi tres años. Por mi lado y desde hace mucho tiempo atrás es que ella crea publicaciones dando la sensación que siempre está presente con su hijo, incluso, tristemente ha hecho publicaciones donde pone en el texto “el niño está en la edad que no quiere salir en fotos”. Resulta que El Niño no está con ella. (No se a quien trata de aparentar si lo importante es El Niño). Leo esto y siento mucha lastima por mi ex esposa. Yo se lo dije muchas veces incluso cuando aún estábamos casados. “Tienes un problema grave con ese teléfono y el Instagram” ya de divorciados se lo dije sin tanta sutileza más de una vez y nada….. antes me molestaba pensaba que era una hipocresía. Desde hace unos meses para acá me dije. “Esta señora tiene un problema grave en esa mente”. Leí este artículo y wow. Me da pesar ver como inventa un mundo que no existe y lo sé lo cree. Pero bueno, me siento peor por mi hijo que es quien recibe las consecuencias de una maternidad nefasta y ya agote lo que podía hacer por mejorar esa relación. Solo respiro profundo y continuamos nuestra vida regular.
Hola Sergio, muchas gracias por su comentario. Es muy bueno que su hijo pueda decidir en qué publicaciones quiere aparecer y en cuáles no. Para no entrar en un juego de apariencia en redes sociales que cada vez despierta más ganas de recibir atención.
Este articulo te hace reflexionar mucho, te hace darte cuenta de la realidad que vivimos, que buen articulo
Hola Leonel, muchas gracias por su comentario y sus felicitaciones! Me alegro de que le haya gustado.
Buen artículo. Es triste la soledad y baja autoestima en la que se encuentran algunas personas. He visto perfiles que tienes 5 mil «amigos», algo tan irreal como lo que aparentan. Siento que esto está afectando mucho la interacción directa entre sere humanos.
Hola Vivi, gracias por su comentario. Sin duda, el concepto «amigos» en estas herramientas no se corresponde al que usamos socialmente. De hecho, ante los amigos de verdad, raramente aparentamos cosas.
me encanta, hay demasiada razón en esto 🙂
Hola Karla, gracias por tu comentario. Es lo que veo en muchas personas, que se frustran porque notan porque el «subidón» de publicar algo y tener éxito les dura muy poco, y se ven en una competición con otros usuarios de las redes.